El mensaje más importante de las Congregaciones de San José, es que en el centro de la discusión sobre el cambio climático y la toma de decisiones debe haber un compromiso de un marco ético para el desarrollo sostenible. Nuestra experiencia nos hace tener profundas preocupaciones sobre los derechos humanos, que están fundamentalmente relacionados con el acceso a los recursos naturales como el aire limpio, el agua y la tierra. Juntos, tenemos que responder a una pregunta ética fundamental: ¿Elegiremos la transformación humana o la devastación de la tierra?
Vivimos en un planeta finito. Estamos liquidando los activos naturales de nuestra Madre Tierra para alimentar nuestro consumo irresponsable. Conforme ocurre el cambio climático 50 millones de personas pasan hambre y conduce a más de 10 millones de personas a la pobreza extrema. A medida que empeora el cambio climático, la migración se convertirá en un problema cada vez mayor.
Creemos que los países desarrollados deben tomar la iniciativa en cambiar sus patrones de producción y consumo, mientras que los países en desarrollo mantengan sus objetivos de desarrollo, incluso a medida que avanzan hacia las prácticas sostenibles.
Mientras nos comprometemos a cambios personales que reducirán nuestros patrones de consumo y apoyar una “economía verde” y ética, también sabemos que debemos abogar por cambios sistémicos a nivel local, nacional y global.