Las Congregaciones de San Jose, junto con otras ONGs de congregaciones religiosas ante la ONU en Nueva York: Pasionistas, Agustinos y Vincentinos, sostuvieron una conferencia internacional en Roma del 22 al 24 de febrero de 2016 con el tema: ” Religios@s y Migraciones en el siglo XXI: Perspectivas, Respuesta y Desafíos. “
El objetivo de la reunión era entender más y mejor el fenómeno de la migración y sus repercusiones en el mundo de hoy, sobre todo en el contexto de la situación actual europea. También se consideró la identificación de las formas de colaboración más eficaces de solidaridad. Alrededor de 100 hombres y mujeres religiosas, así como laic@s y expertos asistieron a esta reunión importante. En esta importante conferencia participaron 10 miembros de las Congregaciones de San José que representaban seis Congregaciones de San Jose en Europa. Una fuerte petición fue lanzada; intensificar la construcción de una red de colaboración entre congregaciones, asociaciones y otras organizaciones en países de origen, tránsito y destino. La red representa uno de los modos más eficientes de usar la energía, habilidades y recursos, y asi dar mayor ímpetu al trabajo extraordinario que estas entidades ya realizan.
En Italia, aproximadamente 23 millones de personas (casi una cuarta parte de los, actualmente, refugiados en el país) son recibidos por parroquias, comunidades religiosas, monasterios y santuarios. Los participantes expresaron mucha preocupación en cuanto al gran número de menores, a menudo sin acompañantes, en los flujos migratorios, así como muchas jóvenes, sobre todo de Nigeria (más de 4,000 en 2015) quienes se arriesgan a caer en la trampa de la explotación y prostitución.
Uno de nuestra comisión organizadora, Fr. Emeka Xris Obiezu, recalcó que ” En este mundo complejo, y enfrentando el desafío de la migración, es cada vez más necesario pensar globalmente y actuar localmente. También, en términos de cabildeo y propugnación, es importante tomar la voz de las víctimas y de quienes trabajan junto a ellos en cada nivel, ir de las administraciones locales a las Naciones Unidas. Esto es necesario para influir en los trabajos y toma de decisiones, siempre colocando en el centro de atención la persona y el respeto para su libertad y dignidad. “