Las mujeres y la migración en el contexto africano

Un grupo de 100 hombres y mujeres se reunieron en Nairobi, Kenya, del 6 al 8 de junio para una conferencia regional sobre religión y migración en el siglo XXI, con el enfoque específico de: “Las mujeres y la migración en el contexto africano”.
Seis ONGs religiosas de Nueva York en las naciones Unidas, organizaron este conferencia (Congregaciones de San José, Agustinos Internacional, Franciscanos Internacional, Pasionistas Internacional, Hermanas de Notre Dame de Namur y VIVAT Internacional), Se congregó una rica integración de unos 100 participantes, entre ellos varios Expertos, representantes de organismos internacionales y gubernamentales y de grupos religiosos que trabajan en la base, así como de refugiados y migrantes.
Entre los grupos representados se encontraban: la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Departamento de Servicio de Inmigración de Kenia, la Conferencia de Obispos Católicos de Kenia, los Servicios Jesuitas a los Refugiados Red Pan Africana en Defensa de los Derechos de los Migrantes (PANiDMR)

La conferencia dio lugar a debates profundos sobre la migración y los refugiados en África, abordando junto con cuestiones de la migración, la trata de personas y la dinámica de los refugiados, específicamente desde una perspectiva africana y femenina.
Un enfoque importante fue aprovechar de la mejor manera los beneficios de la migración y minimizar sus efectos negativos.
La comprensión más profunda de la dinámica migratoria y de los refugiados, sugiere un cambio necesario en la percepción de la migración, particularmente en África.
A través de la participación interactiva, que ofrecieron las opiniones de los distintos individuos, organizaciones y agencias que asistieron, la conferencia arrojó luz sobre las prácticas efectivas y las brechas en los sistemas de respuesta a la migración, la trata de personas y los refugiados.

Las discusiones pusieron de manifiesto cómo los diversos grupos ya están respondiendo de diferentes maneras a las cuestiones y preocupaciones de los migrantes, los refugiados, las diásporas, las víctimas de trata y los desplazados internos.
También señalaron diversas actividades y esfuerzos de los gobiernos nacionales, los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales para lograr una gestión nacional y regional constructiva de la migración, así como servicios directos a los migrantes, refugiados y víctimas de la trata de seres humanos.
Un buen número de organizaciones de la sociedad civil también desempeñan un papel estratégico y de apoyo en estos esfuerzos en la región, pero todavía hay que hacer mucho para abordar los problemas de migración y refugiados en el continente.

La Conferencia sirvió para estimular una mayor colaboración entre mujeres y hombres religiosos, organizaciones de la sociedad civil, agencias y el gobierno. Alcanzó su objetivo elevando el nivel de comprensión y respuesta de los religiosos africanos a las cuestiones migratorias y de refugiados y actualizando a los participantes sobre las cuestiones migratorias actuales en todos los frentes, especialmente desde la perspectiva de las mujeres africanas.
Identificó algunas maneras de mejorar las respuestas de base, incluyendo estimular la incidencia local a través de una red para la colaboración de esfuerzos.
Proporcionó perspectivas y matices que podrían ayudar a mejorar los mecanismos de promoción de la sociedad civil en los diversos procesos relacionados con la migración global.

Al final de dos días y medio de intensa escucha de nuevos conocimientos y experiencias compartidas, todos estaban más conscientes de que vivimos en un momento de turbulencia, tensión y transición. En esta hora de elección, dos caminos están por delante de nosotros: * el miedo y el ego / interés nacional, o * la esperanza y la responsabilidad compartida.
Como dijo Peter Sutherland, Secretario General Representante en el Foro Global sobre Migración: “No podemos permitirnos ser indiferentes y simplemente espectadores de esta crisis”.
El papel de la sociedad civil, y en particular de las organizaciones apoyadas en la fe, es urgente y crítico en este momento en todos los frentes. Son clave de dos maneras. Al elevar sus voces en defensa, pueden crear voluntad política para responder a la problemática. Además proporcionan ayuda directa a las víctimas y trabajan para disipar las tensiones entre los ciudadanos comunes y sus huéspedes migrantes.

Esta Conferencia sirvió para estimular una mayor colaboración entre mujeres y hombres religiosos, Organizaciones de Sociedad Civil, Agencias y el Gobierno. Con interacciones más sostenidas, todos los actores estarán en mejores condiciones de abordar eficazmente las carencias administrativas y políticas que enfrentan los migrantes de forma cotidiana y de rutina. Los derechos humanos no deben detenerse en ninguna frontera.