A finales de abril y principios de mayo del 2014, veintiocho Hermanas de San José, de catorce países y cinco continentes, se reunieron en Brentwood, Nueva York, para crear estrategias de cómo ellas podrían usar su presencia e influir en la ONU, en colaboración con su representante en la oficina de la ONG (Congregaciones de San José) acreditada en la ONU y avanzar en el alcanzar un desarrollo sostenible-sustentable. Entre sus actividades era la ratificación de una declaración sobre el cambio sistémico para el desarrollo social y sostenible, que ellos oficialmente, presentaron al Embajador Martin Sajdik de Austria, y presidente de ECOSOC. Esta declaración será la base para su trabajo de justicia y paz en sus diferentes países, en los meses que vienen.
PRONUNCIAMIENTO DE LAS CONGREGACIONES DE SAN JOSE EN LA ONG
Mi experiencia en este encuentro de JPIC 2014 — Fue realmente sentir que mi corazón se ha ido expandiendo,
- Tanto en las relaciones sintiéndome cada vez más, parte de UN TODO
- Como en la fuerza y empuje del carisma de comunión que no solo nos une, también nos empuja a jugarnos proféticamente.
- Goce de la experiencia de familia global con una única Misión desde distintas acciones y presencias. Sentí la Confiadas en el Espíritu en el grupo que sabe hacer fiesta cuando las dificultades aprietan. Que nos hace consientes de nuestras debilidades y disponsibles para que Él dé vida al mundo a través de nuestra entrega y compromiso.
- Tener la experiencia de la ONU. Mayor claridad de su Rol; pero también de sus debilidades e intereses, despertó en mi mayor responsabilidad pesonal y mayor urgencia de creatividad personal-grupal para realizar lo que antes, ante mi ignorancia le exigía a este organismo.
- De admiración ante los que saben pasar por sobre sus necesidades personales y aceptar servicios globales.
- Sintiendome totalmente agradecida por todo y todas. Rita Bosch, CSJ (Argentina)
Cuando llegué una pregunta rondaba en mí mente: ¿Qué hago you aqui? . . . Con el transcurso de las horas fui comprendiendo una frase que desde niña me impactaba aún sin comprender desmasiado sus implicancias: “Los caminos de Dios son inescrutables” . . . con el transcurrir de las horas sentí con la mente, con el espíritu y con el corazón que estaba donde debía estar. Dios tiene un plan para mí junto a todas y cada una de las que están aquí, para aportar desde nuestra pequeñez a la construcción de un mundo major, más humano, equitativo y justo . . . Creí que iba a encontrar respuestas a todas mis preguntas . . . comprendí que han nacido aún más preguntas . . . creo que eso es bueno, ya que, sí tenemos clara nuestra misión y nos comprometemos con ella, esas preguntas no din amizan, nos movilizan, interpelan a nuestra imaginación y creativídad para encontrar los modos de SER para LA VIDA DEL MUNDO.
El Dios de la Vida me bendijo con el encuentro, de corazón a corazón, con personas con las que compartimos utopias, sueños, desafíos, búsquedas de modos de lograr cambios que impacten de manera positiva en la realidad local y mundial.
Celebro la diversidad de culturas y lenguas que nos enriquecieron y ampliaron nuestras visiones, que nos impulsaron a tender puentes a través de miradas, gestos y sentimientos.
Agradezco al Señor por la benedición de este encuentro. Marisa Infantino (Argentina)